26/2/15



Inciertas Certidumbres


Hay un gato obeso
atorado en la traquea
que se acurrucó una madrugada
y ya no se quiere quitar

Me rasco la garganta
y solo se mueve el pelaje del felino,
creí verle una oreja
cuando lo empuje con un dedo
para poder respirar

Le he visto los ojos
cuando me lavo los dientes.

No acostumbro tragarme gatos tan a menudo,
quizá mi conciencia de finitud
me anunciaba el destino y temblé

Vomité al gato
después de tanto tallarme la lengua
repleta de pelos.

En la emesis explosiva
lo de menos fue desorbitarme los ojos,
pues el animal en la constricción faríngea
me desgarro el tegumento

Así dolorosa y ensangrentada,
tome mis ojos con sucias manos
e hice calzar al tope con la cuenca
esperando no repetir su despedida

No solo yacía el peludo expósito inerte en el suelo,
pestilente en el batidillo de lodo ensangrentado,
algo visceral y carbonizado señores

Eso
de lo fue mi mas grande presunción
portar entre tanto pecho
y escotes pronunciados

Los restos carbonizados de su ardiente trepidar
y no lo hallé,
en su lugar embolse las vísceras
que habían salido a orear

Ahí estaba yo,
suspendida por un hilo,
en analgesia contemple
la desdicha de mi vacío

Lo supe bien.
Eres hielo seco para mi corazón ardiente
y carbón soy.

Trate de detener al mundo inminente
y pesado desde el suelo
con mi cerrar terminante de párpados.

Besé la retrospectiva
unos segundos antes de convertirme
totalmente en objeto.

Plástico ya eres triunfante,
ufanate entonces
de mi vulnerabilidad en tu vileza
y de mi perecedera ilusión,
volátil desintegrala

Haz de tu antojo
la risa básica en cualquier disculpa,
usame pues ya no soy

Nemmesis Satory Anne Zednánreh
[Pirata que por segundo nombre lleva Melancolía]