Hubo encantó
Y flechas que atravesaron ojos grasos
resguardados en cristales
Hubo conmoción y dientes expuestos
risas de cosquillas
amenazadas de soberbia orgullosa
Mi pelo sobre tu regazo
la suavidad de tus besos en mi espalda
la espera, la emoción de vernos para frotarnos y explotar
En recuerdo
guardé las contadas horas
al calze de la perfección
aquel desvanecer de la mirada
en el reflejo mío de tus pupilas, abiertas, dilatadas
me tenías y yo te habitaba.
Éxtasis en el deseo mismo
de ti, de poseernos, de la mirada
y el silencio de los labios que se besan.
Pasión encarnada eres
En combustión viva
donde yo hermosa fui
Oh divina diosa de fuego!
resguardada lejos del altar
para no ser mancillada
“purificación”
ante la ausencia
es decreto ahora
A expensas de no concebirlo
en la omisión
el frío me penetra los huesos
Me lamo la piel con angustiosa melancolía
quemo tus besos con nostalgia para guardar mi calor
y no morir congelada en el vacío de la desesperación
Nemmesis Satory Anne Zednánreh
[la pirata que se rasga el tegumento para exponer su roja humanidad]
